¿Es el Kamado la mejor forma de cocinar al aire libre?

Kamado color verde con mesa de bambú sobre el césped

¿Qué es un kamado y por qué todos hablan de él?

Si estás buscando nuevas formas de disfrutar una buena comida al aire libre, probablemente ya hayas escuchado hablar del “kamado”. Y si aún no lo hiciste, te estás perdiendo de uno de los aparatos de cocción más versátiles y estéticamente llamativos del mercado actual.

El kamado es una especie de parrilla-olla-horno ahumador todo en uno. Su aspecto se parece a un huevo gigante con tapa, y suele estar fabricado en cerámica refractaria. Su origen se remonta a prácticas milenarias en Asia, pero en los últimos años se ha convertido en tendencia en muchos patios y jardines de Occidente.

¿Por qué esta fiebre? Porque el kamado es, básicamente, una herramienta todo terreno para cocinar: se puede usar para asar carnes, hornear pizzas, preparar panes, ahumar costillas o incluso cocinar a baja temperatura durante varias horas.

En mi caso particular, no tengo uno, pero lo conozco gracias a un amigo que lo tiene en su casa de fin de semana. Lo vi en acción más de una vez y me sorprendió la cantidad de técnicas que permite aplicar en un solo equipo.

Y sí, es verdad: está de moda. En reuniones, foros y hasta en tiendas online, el kamado está ganando terreno, veamos ahora si las razones son valederas para este crecimiento.

Bisagra de elevación de aire: la bisagra de elevación de aire reduce significativamente el peso de la cúpula.
– Exclusivo sistema de cocción flexible Divide & Conquer de varios niveles, diseño de media rejilla duplica el espacio de cocción y te libera para cocinar diferentes alimentos en diferentes niveles y en diferentes superficies de cocción
– La ventilación superior de la torre de control patentada, totalmente de aluminio, no se oxida, a prueba de lluvia mantiene un ajuste de aire constante para una gestión precisa del flujo de aire.

Un poco de historia: de la cerámica japonesa al patio de tu casa

Aunque en esta parte del mundo parezca una novedad reciente, el kamado tiene una historia que se remonta más de 3000 años atrás. Su origen proviene de Asia, particularmente de Japón, donde se lo conocía como “kamado” (que significa literalmente «estufa» o “fogón” en japonés).

La versión moderna de este artefacto fue popularizada en Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial. Los soldados que regresaban del Pacífico trajeron con ellos versiones modificadas del tradicional “mushikamado”, un horno de arroz japonés, y así empezó su comercialización.

Con el tiempo, marcas como Big Green Egg y Kamado Joe mejoraron su diseño, incorporando cerámica de alto rendimiento térmico y sistemas de ventilación más precisos. Hoy en día, su popularidad crece en América Latina, especialmente en Argentina, donde varias marcas locales e importadas ya se pueden comprar con facilidad.

Y aunque existen parrillas de todo tipo, el encanto del kamado radica no solo en su funcionalidad, sino también en su estética imponente y en ese halo de “exclusividad gourmet” que lo rodea.

Kamado rojo apoyado sobre una mesa con unas manos abriéndolo
Kamado rojo con ruedas, mesas de madera a los costados y otros accesorios colgados

¿Cómo funciona un kamado? El secreto está en la cerámica

La magia del kamado está en su diseño y en los materiales que lo componen. No es solo un capricho de forma o un gusto exótico: su rendimiento está directamente ligado a su estructura de cerámica refractaria.

Esta cerámica retiene y distribuye el calor de forma uniforme. Una vez que alcanza la temperatura deseada, se mantiene estable durante horas con muy poco consumo de carbón. Esto permite cocinar lento, parejo y sin necesidad de estar abriendo y cerrando la tapa todo el tiempo.

Al tener tapa y reguladores de aire (superior e inferior), se puede controlar con mucha precisión la temperatura interna. Dependiendo de cómo los regules, el kamado puede actuar como un horno, un asador o un ahumador.

Cuando personalmente vi su funcionamiento, me llamó la atención cómo regulaba la temperatura como si fuera un horno de cocina. Y a pesar de que el suyo era relativamente chico, podía cocinar para varias personas sin problema.

Otra ventaja de su diseño es que conserva la humedad de los alimentos. Por eso muchas carnes salen más jugosas que en una parrilla abierta.

– Parrilla de cerámica premium de 18 ″ con carro rodante de acero galvanizado de alta resistencia con ruedas de bloqueo.
– El primero de su tipo, el revolucionario SlōRoller transforma el Kamado Joe en uno de los ahumadores más óptimos del mundo.
– El sistema de cocción flexible transforma esta parrilla en la herramienta de cocina más potente.

Ventajas del kamado frente a otros métodos para cocinar al aire libre

El kamado no es simplemente “otra parrilla más”. Tiene características que lo hacen destacar frente a los métodos tradicionales:

  • Versatilidad extrema: sirve para asar, hornear, ahumar, hacer cocciones lentas o rápidas, sellar carnes, preparar pizzas o incluso pan artesanal.
  • Eficiencia en el uso del carbón: con poco combustible, mantiene calor durante varias horas gracias a su retención térmica.
  • Cocción uniforme: el calor se distribuye de manera envolvente, lo que reduce el riesgo de quemar la parte inferior de la comida.
  • Control de temperatura preciso: permite mantener rangos de cocción específicos, ideal para recetas exigentes.
  • Durabilidad: bien cuidado, un kamado puede durar décadas.
  • Diseño atractivo: muchos modelos tienen una estética elegante, ideal para quienes valoran también el estilo.

Ahora bien, todas estas ventajas suenan espectaculares en la teoría. Pero no todo es color de rosa, y eso nos lleva al siguiente punto.

Las desventajas del Kamado: lo que nadie te cuenta

Aunque el kamado tiene muchos fanáticos y es sin duda un aparato de cocción versátil y sofisticado, también tiene sus puntos débiles. Y si estás considerando comprar uno, es importante conocer también el lado menos popular de esta “parrilla de alta gama”. Aquí te detallo las principales desventajas del kamado desde una mirada honesta:

  • Precio elevado: El primer obstáculo es el precio. Un kamado de buena calidad cuesta considerablemente más que una parrilla tradicional. Incluso los modelos más accesibles siguen siendo una inversión importante. Si solo vas a hacer asados ocasionales, tal vez no valga la pena.
  • Peso y poca portabilidad: Un kamado puede pesar más de 60 o 70 kilos, incluso los modelos medianos. Eso significa que no es fácil moverlo ni transportarlo. A diferencia de una parrilla portátil, el kamado se queda donde lo pongas… y punto.
  • Curva de aprendizaje: Aunque es muy preciso, también requiere entender cómo funciona la regulación del aire, el encendido correcto, y cómo mantener temperaturas estables. Si nunca cocinaste en uno, vas a necesitar experimentar un poco antes de dominarlo.
  • No reemplaza la experiencia «parrillera»: El kamado, aunque eficiente, se siente más como cocinar con una herramienta técnica que con fuego vivo. Si sos de los que aman el contacto directo con las brasas, probablemente no te enamore.
  • Puede no justificar el sabor: Desde mi experiencia —comiendo algo preparado en el kamado de un amigo—, la diferencia en sabor no fue tan impactante respecto a una buena parrilla tradicional. La cocción fue excelente, sí, pero no revolucionaria.
Kamado rojo con la tapa abierta y una paella haciéndose dentro
Kamado rojo sin patas sobre fondo blanco

¿Qué se puede cocinar en un kamado? Mucho más que carne

Aunque el kamado se asocia enseguida con asado o carnes a la parrilla, lo cierto es que sus usos van mucho más allá. Este tipo de cocción permite preparar una variedad sorprendente de platos, como por ejemplo:

  • Carnes: costillares, entrañas, matambres, pollo entero, bondiola, cordero.
  • Pescados y mariscos: trucha, salmón, langostinos.
  • Vegetales asados: berenjenas, morrones, papas rellenas.
  • Pizzas estilo napolitano: con piedra refractaria, la base queda crocante como en horno a leña.
  • Pan artesanal o empanadas: como si fuera un horno de barro.
  • Postres ahumados: sí, incluso podés experimentar con brownies o frutas al carbón.

Además, algunos modelos permiten usar accesorios como planchas, woks, rejillas de doble altura, etc.

En mi caso, lo que probé fue un asado tradicional —un corte de tira— y más allá de lo jugoso que salió, la cocción me pareció bastante parecida a la de una buena parrilla común.

Kamado vs parrilla tradicional: ¿realmente se nota la diferencia?

Esta es una de las preguntas más comunes, y también una de las más polémicas. Porque para muchos, el sabor de una buena carne a la parrilla no se negocia.

Desde mi experiencia como comensal curioso (sin tener uno propio), puedo decir que el resultado fue sabroso, jugoso y parejo. Pero, sinceramente, no noté una diferencia abismal con respecto a un buen asado hecho en parrilla convencional.

Sin embargo, donde sí hay diferencia es en el control de temperatura y la versatilidad. En una parrilla común es difícil mantener 150 °C constantes durante horas sin estar pendiente todo el tiempo. Con el kamado, eso se logra con solo regular el flujo de aire.

Otro punto es el consumo de carbón: el kamado rinde muchísimo más. Con una sola carga puede cocinar durante varias horas sin agregar nada.

Entonces, ¿es mejor que una parrilla tradicional? Depende. Si sos fanático del ritual del fuego, tal vez no lo cambies. Pero si valorás el control, la eficiencia y la posibilidad de experimentar con recetas variadas, el kamado es más eficiente.

– Ingeniería ingeniosa: pared de cerámica de 0.8 pulgadas de grosor y fuerte, diseño en forma de cúpula japonesa para maximizar el flujo de aire mientras minimiza la entrada de combustible
– Amplio rango de temperatura de cocción (180 °F ~ 750 °F, 179.6 °F ~ 750.2 °F) te permite ahumar, hornear, asar a la parrilla, asar.
– Portabilidad: hemos añadido asas de bambú robustas y un soporte de acero para una mayor robustez. Así que puedes llevarlo y colocarlo en cualquier lugar.

Modelos, tamaños y precios: cómo elegir tu primer kamado

En Amazon y otras plataformas de venta vas a encontrar muchas marcas. Las más reconocidas a nivel mundial son:

  • Kamado Joe
  • Big Green Egg
  • Char-Griller Akorn (más económico)
  • Pit Boss
  • Monolith

Tamaños:

  • Mini: ideal para parejas o espacios chicos.
  • Mediano: para 4–6 personas, el más vendido.
  • Grande o XL: perfecto para fiestas o familias numerosas.

Precios: pueden ir desde los USD 300 (versiones pequeñas de metal) hasta más de USD 1500 (versiones premium de cerámica).

Mi recomendación es que, si estás empezando, busques uno mediano, que tenga buen control de ventilación y accesorios básicos incluidos.

– Con cuerpo de cerámica pesada, el kamado ofrece el entorno ideal para quemar carbón de manera eficiente.
– La tapa superior de hierro fundido te brinda control total del flujo de aire, permitiéndote ajustar la temperatura de cocción perfecta.
– Los estantes laterales de bambú macizo son resistentes y se pliegan fácilmente para un almacenamiento práctico.

Mi conclusión sincera sobre el kamado

El kamado es una herramienta de cocción impresionante, especialmente si te gusta experimentar y buscar precisión en tus comidas. Pero también creo que hay mucho de hype detrás de su fama, y que no necesariamente es para todos.

Yo lo veo como un lujo útil: no imprescindible, pero sí muy interesante. Si sos fan de los gadgets de cocina, te encanta asar, y querés algo distinto, probablemente lo disfrutes muchísimo.

Pero si estás feliz con tu parrilla de siempre, y solo te interesa hacer un buen asado de vez en cuando, tal vez no sientas que lo necesitás.

Eso sí: una vez que lo usás, cuesta no desear tener uno. 😅

– Parrilla de carbón Kamado: parrilla y ahumador estilo Kamado perfecto tanto para asar a alta temperatura como para cocinar a baja y lenta
– Gran área de cocción: diámetro de cocción de 20 pulgadas con área de cocción total de 447 pulgadas cuadradas que puede cocinar hasta 27 hamburguesas a la vez
– Las mejores características de su clase: diseño aislado de acero de triple pared, rejillas de hierro fundido, tapa de bloqueo, ruedas giratorias de bloqueo de 8 pulgadas

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Gustavo Mas

Gustavo Mas

Mi nombre es Gustavo Mas y llevo casi toda mi vida inmerso en el mundo del bazar. Decidí crear este espacio para compartir los conocimientos y vivencias de casi 50 años dentro de este apasionante mundo.

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